De paseo por el Valle - Camino de Santiago Origen y carácter de la peregrinación La peregrinación a Santiago comienza a partir del descubrimiento del sepucro en el primer tercio del siglo IX, documentándose al poco tiempo el culto a los restos del Apóstol. En aquel mismo lugar mandó edificar Alfonso II la primera basílica. Pronto vio la monarquía Astur-Leonesa el interés en propagar la noticia, para lo cual contaron siempre con el apoyo de los mejores borgoñones de Cluny. En la Europa del año 1000, la noticia de los milagros del santo se extendió con rapidez, llegando hasta el mismo emirato. Los peregrinos se pusieron en camino desde Francia, Alemania, Inglaterra, Italia, norte de Europa o desde el mediterráneo oriental, llenándose virtualmente los caminos de una muchedumbre que buscaba en Santiago la curación de sus males o la expiación de sus culpas. Reyes como Alfonso VI o Alfonso IX de Castilla, Luis VII o Luis IX de Francia, los Reyes Católicos, Carlos V o Felipe II, santos como San Francisco de Asís, San Juan de Dios o San Vicente Ferrer hicieron el Camino, junto a príncipes, obispos, guerreros como el Cid o el Gran Capitán, y artistas como el poeta Sordello o el pintor Eyck. Para atender a toda esta avalancha de gentes de variada condición. las ciudades y pueblos del Camino se llenaron de posadas, mercados, talleres o cambistas, que produjeron un enriquecimiento de la vida económica y social. Por otro lado, el trasiego de gentes favoreció los contactos culturales, floreciendo pronto un rosario de bellas catedrales, con obras de escultura, pintura y orfebrería en su interior. Había nacido una nueva corriente cultural que habría de rivalizar con las peregrinaciones a Roma o a Tierra Santa. |