De paseo por el Valle - Itinerario Naturalístico

El Río Elorz en Otano. El hayedo en Ezperun. El quejigal y carrascal de la Sierra de Alaiz

El Hayedo

El hayedo de Ezperun es el más aconsejado para visitar, ya que es el más vigoroso de los que subsisten en el Valle. Este tipo de bosque ocupaba antiguamente las zonas altas de Alaiz, aunque hoy en día solo quedan restos de aquellos bosques.

El haya es un árbol que busca zonas húmedas y sombrías, por encima de los 800mts.; por ello aquí en Alaiz junto con las Sierras de Izko y Leire forma su límite sur en Navarra. Constituye un bosque sombrío y fresco, bajo el cual es posible ver acebos, boj, helechos, serbales y tejos.

Estos hayedos tienen más valor ecológico y paisajístico que forestal, ya que forman parte de un ecosistema residual al que hay que evitar agresiones pues su equilibrio es precario. Hay aquí salamandras de colores vivos, más activas tras la lluvia, y que segregan un veneno que las hace incomestibles; hay también ranas y sapos, lagartijas de varios tipos, etc.

Las aves son, en cambio, escasas; se pueden encontrar petirrojos, pinzones, carboneros, reyezuelos, herrerillos, alguna malviz, pico picapinos, arrendajo; entre las rapaces, el cárabo, halcón abejero y el azor.

En cuanto a los mamíferos, está presente el lirón gris o "mitxarro", que duerme largos períodos dentro de los árboles secos, ardillas, gatos monteses que cazan pequeños ratones o lirones, tejones, zorros y algún que otro jabalí.

El Quejigal

Antiguamente este era el tipo de bosque que ocupaba todo el fondo del Valle; era por tanto el que ocupaba los lugares donde se fundaron los pueblos y las primeras tierras de cultivo. Por tanto, estos bosques de fondo del valle se empezarían a talar en época romana, y hoy sólo restan bosquetes junto a Yárnoz, Ezperun y Guerendiáin en lo que a la Sierra de Alaiz se refiere, y cerca de Andricain, en la de Tajonar.

El quejigo es un tipo de roble de hoja pequeña, que soporta muy bien la sequedad y que es incluso capaz de brotar de cepa después de haber sido atacado por el fuego. Suele verse acompañado de arces, boj, avellano, hiedra, tomillo...

Hay en el quejigal menos anfibios que en el hayedo, pero más reptiles: lagartos, varios tipos de lagartijas, culebras de varias especies, y la víbora áspid. En cuanto a aves, petirrojo, chochín, pinzón, currucas, carboneros, mosquitero, paloma torcaz, tórtola, malviz, etc. Entre las rapaces, el búho chico, chotacabras, milano real y negro, y algunas águilas.

Hay también zorros, comadrejas, especialistas en cazar ratones en cuyas madrigueras son capaces de introducirse. Hay así mismo tejones, jabalíes, y ginetas, animal de origen africano e introducido por los árabes, y que vive en los árboles cazando pequeños animales.

El Carrascal

Este tipo de bosque, que cerca del Valle dio nombre al puerto que se abre en el corredor que accede desde el sur, ocupó antiguamente las tierras que por pobre no ocuparon quejigales y hayedos. Hoy en día los carrascales existen junto a Guerendiáin y Yárnoz son casi las únicas que quedan.

Es un árbol que busca ambiente secos y abrigados, que ha podido crecer aquí gracias a la existencia de vientos desencantes, y a los suelos permeables que dejan escapar el exceso de humedad.

En torno a él, crece el boj, zarzas y tomillo. Se pueden encontrar algunos tipos de culebras, sapos y lagartijas. En él habita también el mirlo, corneja, verdecillo, milanos real y negro, alcotán, cernícalo y búho chico.

Por fin, entre los mamíferos está presente el tejón, zorro, gato montés, lirón, jabalí y la marta que salta de árbol en árbol persiguiendo ardillas y pájaros.